mércores, 4 de maio de 2016

5.6 La conquista de los derechos de la mujer


Las mujeres colombianas han buscado salir del anonimato y de la sombra de los hombres para tener un lugar de respeto y de reconocimiento en su singularidad y dignidad humana. Esta búsqueda ha estado relacionada con las de mandas exigidas y alcanzadas a nivel internacional, especialmente desde el siglo XVIII con la proclamación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. A continuación se presentarán algunos momentos y procesos destacados en la conquista de los derechos de las mujeres en nuestro país.

La lucha de las mujeres por el respeto a su dignidad

A finales del siglo XVIII, las mujeres empezaron a defender el acceso al disfrute pleno de los derechos. Las distintas voces que surgieron para demandar la igualdad política, social, cultural y económica de las mujeres, fueron marcando un camino de luchas y conquistas que poco a poco, en diferentes pueblos y naciones han tenido un proceso de aceptación e incorporación a la cultura.
Las mujeres reclamaron ante el Estado: tener ¡guales derechos que los hombres; acceder a la educación para lograr el desarrollo personal y profesional; tener un trabajo bien remunerado; iguales oportunidades laborales y respeto a la condición de ser madre, así como el derecho a elegir, ser elegida y participar en las decisiones de la sociedad.
Un ejemplo pionero iberoamericano, lo constituye sor Juana Inés de la Cruz, que en el siglo XVII, asistía disfraza da de hombre a la Real y Pontificia Universidad de México. Sor Juana escribió en 1691 lo que se valora como el primer manifiesto feminista de la historia, es una carta llama da Respuesta a sor Filotea de la Cruz, en la que reclamaba el derecho de la mujer a ejercer la enseñanza, a tener acceso a la ciencia, al saber y a poder llevar una vida activa igual que el hombre.
Los esfuerzos de tas mujeres colombianas
En el panorama mundial, a finales del siglo XIX las mujeres europeas participaron activamente en las luchas obreras, por el reconocimiento de sus derechos como trabajadoras y por la mejora de las condiciones de vida de los sectores más pobres y al igual que en Estados Unidos, se unieron a las luchas contra la esclavitud.
Con la Primera Guerra Mundial (1914 1918), cambió la condición de la mujer en varios países europeos y en Estados Unidos, pues se hizo necesaria su vinculación a las actividades de la industria y el comercio, mientras los hombres iban a la guerra; esto se reflejó en un mayor acceso de la mujer a las actividades económicas, educativas y culturales.
En Colombia el proceso de Industrialización y de urbanización que se inició en el siglo XX, produjo la conformación del llamado proletariado o sector social de los trabajadores obreros de fábricas, conformado también por un alto porcentaje de mujeres. Esta clase obrera colombiana estuvo influenciada por las ideas socialistas que por entonces tuvieron gran acogida en amplios sectores de Europa. En este contexto se creó el Partido Obrero en 1916 y tres años más tarde el Partido Socialista, cuya fuerza principal fueron los trabajadores.
Una mujer destacada en las luchas de los trabajadores fue María Cano, quien había recibido una educación excepcional en importantes colegios laicos, lo que le permitió incursionar en el periodismo y en la poesía. Desde muy joven María Cano, empezó a relacionarse con obreros y artesanos a través de obras de caridad, con las cuales desarrolló una gran sensibilidad social y política. En la década de 1920 María Cano ganó mucha importancia como líder y dirigente de los obreros del naciente Partido Socialista Revolucionario PSR, y realizó giras por todo el país, en las que denunció las injusticias provenientes de la desigualdad social y alentó la organización de los obreros; razón por la cual fue en carcelada varias veces.
Posterior a esta década, la influencia de María Cano se manifestó en la creación de escuelas normales; y de nuevas oportunidades educativas para la mujer. Su masivo desempeño en la labor docente, produjo la aparición de un movimiento intelectual y de publicaciones que abogó por los derechos de la mujer y criticó las prácticas discriminatorias de que eran objeto. Las maestras fueron el núcleo de los primeros grupos feministas que articularon un juicio a la sociedad y protestaron contra la desigual condición jurídica y educativa de la mujer y su limitado poder político y económico. Las organizaciones feministas que surgieron por aquel entonces en el país, buscaron eco en el campo internacional para lograr reformas legales a favor de ellas.
María Rojas Tejada, defendió el derecho de la mujer a tener mayor acceso a la educación y la cultura, aspiración que manifestó públicamente en una conferencia acerca del feminismo en 1927, en la que alabó las luchas de las mujeres inglesas por el derecho al voto y planteó la urgente necesidad de elevar la calidad de la educación femenina.
La antioqueña Sofía Ospina de Navarro anunció en sus escritos de 1926 la llegada del feminismo como algo oportuno; sin embargo, criticó las tendencias socialistas y la mayor instrucción para la mujer.
Las manifestaciones literarias
A comienzos del siglo XX, irrumpieron en nuestro país, las nuevas concepciones e ideologías latentes en el panorama internacional, que impulsaron la aparición de movimientos culturales femeninos, interesados en mostrar a la mujer desde sus sueños, sus deseos, sus afectos y su singularidad como tal, A través de la poesía varias mujeres colombianas expresaron su pensamiento al respecto.
La colombiana Soledad Acosta de Samper, fue autora de 17 novelas,
monografías y de numerosos artículos de prensa y de revistas. En sus escritos afirma la capacidad intelectual de las mujeres y plantea que lo justo sería permitirles capacitarse y escoger su destino, ya fuera como madres, en el arte o en la ciencia. Un aparte del libro de La mujer en la sociedad moderna permite apreciar algunas de las ideas de esta destacada escritora: "Ejemplos de mujeres que han vivido para el trabajo propio, que no han pensado que la única misión de la mujer es la de mujer casada, y han logrado por vías honradas prescindir de la necesidad absoluta del matrimonio, idea errónea y perniciosa que es el fondo de la educación al estilo antiguo. ¡Cuántas mujeres desdichadas no hemos visto, so lamente porque han creído indispensable casarse a todo trance para conseguir un protector que ha si do su tormento y su perdición".
La conquista de los primeros derechos
En la década de 1930, los gobiernos liberales expidieron leyes que reconocieron el derecho a la huelga, al salario mínimo, a la seguridad e higiene para los empleados y reglamenta ron la jornada laboral. En cuanto a los derechos de la mujer, la Ley 28 de 1932 modificó la potestad marital, consagrando la libre administración y disposición de los bienes de cada cónyuge, pero la mujer continuaba bajo el dominio del hombre como persona. Sólo hasta 1974, el decreto 2820 concedió libertad a la mujer respecto al hombre y estableció la igualdad jurídica de los sexos. De otra parte, el decreto 1874 de 1932, estableció las condiciones igualitarias para la educación secundaria de mujeres y hombres y el decreto 227 de 1933 permitió el acceso de las mujeres a la universidad.
En 1944 surgieron varias formas de organización y expresión de las mujeres, como: la Unión Femenina de Colombia, la Alianza Femenina y Agitación Femenina, que trabajaron unidas con el objetivo de conseguir derechos políticos para la mujer, pero no lograron el derecho al sufragio.
En esta época, a nivel internacional, se discutió el tema de los derechos políticos de la mujer. En 1945 en México, y como consecuencia de la Conferencia Interamericana sobre los problemas de guerra y paz, Colombia suscribió la resolución que recomendaba abolir de las legislaciones las discriminaciones sexuales existentes. Así mismo en este año, se expidió la Carta de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde se declaró la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
En 1948 la XI Conferencia Internacional Americana de la OEA, reunida en Bogotá, aprobó las "Convenciones sobre los derechos políticos y algunos civiles de la mujer".
Finalmente, bajo el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla. tres mil mujeres, lideradas por Esmeralda Arboleda. Magdalena Feti de Holguín e Isabel Lleras de Ospina, entregaron un memorial para defender los convenios internacionales suscritos por Colombia y que no habían sido convertidos en norma legal. Esta y otras reclamaciones elevadas al gobierno, llevaron a lograr el derecho al voto en 1954.
La protección de los Derechos Humanos de las mujeres
Los Derechos Humanos de las mujeres requieren de organismos que los promocionen y defiendan y de leyes, acuerdos y normas, a través de los cuales se hagan cumplir.
mbre, de niño o de niña, es el resultado de un proceso social e histórico y no solamente biológico o natural. Este ámbito muestra cómo las mujeres en Colombia han contribuido para transformar el concepto de mujer y de sociedad forjando nuevas relaciones y vivencias.

El movimiento social de las mujeres

En Latinoamérica los esfuerzos de las mujeres por alcanzar una condición social digna en el contexto de las sociedades patriarcales, empezaron en el siglo XIX. Los primeros movimientos feministas que persiguieron tal fin, aparecieron en México, Chile, Brasil y Perú. En el siglo XX surgieron otras organizaciones femeninas, que se extendieron también por Argentina y Colombia, con el propósito de alcanzar el derecho al voto, al divorcio y la legalización del aborto.
El período de 1960 a 1990
En Colombia, el movimiento social de las mujeres entre 1960 y 1990, se vio favorecido por aspectos como:
Las dinámicas de modernización que impactaron la cultura y la vida cotidiana y transformaron los roles asignados a los hombres y las mujeres.
La masificación de la educación y el mayor acceso de las mujeres a la primaria, el bachillerato y la universidad.
El uso masivo de medios de comunicación que han transformado la mentalidad y las prácticas culturales.
El desplazamiento de la familia, la escuela, la Iglesia y la comunidad como únicas fuentes de producción de cultura, por los medios masivos de comunicación, los artistas, la industria editorial, la industria cinematográfica, entre otros, los cuales crean y difunden nuevas visiones de mundo.
La influencia de los movimientos sociales y políticos a nivel nacional e internacional, en la toma de conciencia por parte de la sociedad, y de las mujeres en particular, como sujetos de derecho.
Los estudios de género, donde la mujer es un sujeto de investigación para las ciencias sociales. Para 1960 el escenario social de la mujer cambió en diversos aspectos; por ejemplo, en el orden legal, la mujer ganó la posibilidad de ser propietaria; en la educación adquirió la posibilidad de ir a la universidad; en lo político, ganó el derecho al voto y en el espacio laboral, las mujeres ocuparon mayor número de empleos, con lo que contribuyó al aumento del ingreso familiar.
Para la segunda mitad del siglo XX, las mujeres habían traspasado los límites que se le habían impuesto, por lo que pese a sus logros, debieron afrontar el rechazo social, por expresar una idea propia o tomar una decisión, pues estas manifestaciones de autonomía generaban dudas sobre su feminidad y sobre su integridad como esposas y madres, al tiempo que se ponía en duda sus capacidades intelectuales.
Los acontecimientos mundiales de la década de 1960, como la Revolución Cubana; la guerra de Estados Unidos contra Vietnam; el movimiento de Mayo del 68 en Francia; la Revolución Cultural China, pusieron en evidencia, una transformación ideológica que reclamó la existencia de un mundo más amable e igualitario. Y mientras en Estados Unidos, Francia, e Inglaterra se consolidaron varios movimientos feministas, en Colombia en consonancia con este ambiente, varias mujeres conformaron grupos de estudio y de trabajo solidario, alrededor de causas sociales dirigidas a lograr el bienestar de las mujeres, de las comunidades campesinas e indígenas, de grupos infantiles, de la población obrera, y en general, de los sectores sociales marginados.
Entre los años 1970 y 1980 surgieron varios movimientos feministas de mujeres campesinas, universitarias, obreras, que reflexionaron acerca de nuevos retos a conquistar, en el campo de la sexualidad, la salud, la familia, la relación de pareja, la militancia política, el poder y el desarrollo del país. Mientras que en los años 1990 se debatieron temas como la identidad y la autoestima, la calidad de vida, la democracia, los Derechos Humanos, la paz y el desplazamiento forzado.

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