Las mujeres colombianas han buscado salir del anonimato y de la sombra de los hombres para tener un lugar de respeto y de reconocimiento en su singularidad y dignidad humana. Esta búsqueda ha estado relacionada con las de mandas exigidas y alcanzadas a nivel internacional, especialmente desde el siglo XVIII con la proclamación de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. A continuación se presentarán algunos momentos y procesos destacados en la conquista de los derechos de las mujeres en nuestro país.
La lucha de las mujeres por el respeto a su dignidad
A
finales del siglo XVIII, las mujeres empezaron a defender el acceso al
disfrute pleno de los derechos. Las distintas voces que surgieron para
demandar la igualdad política, social, cultural y económica de las
mujeres, fueron marcando un camino de luchas y conquistas que poco a
poco, en diferentes pueblos y naciones han tenido un proceso de
aceptación e incorporación a la cultura.
Las
mujeres reclamaron ante el Estado: tener ¡guales derechos que los
hombres; acceder a la educación para lograr el desarrollo personal y
profesional; tener un trabajo bien remunerado; iguales oportunidades
laborales y respeto a la condición de ser madre, así como el derecho a
elegir, ser elegida y participar en las decisiones de la sociedad.
Un ejemplo pionero iberoamericano, lo constituye sor Juana Inés de la Cruz, que en el siglo XVII, asistía disfraza da de hombre a la Real y Pontificia Universidad de México. Sor
Juana escribió en 1691 lo que se valora como el primer manifiesto
feminista de la historia, es una carta llama da Respuesta a sor Filotea
de la Cruz,
en la que reclamaba el derecho de la mujer a ejercer la enseñanza, a
tener acceso a la ciencia, al saber y a poder llevar una vida activa
igual que el hombre.
Los esfuerzos de tas mujeres colombianas
En
el panorama mundial, a finales del siglo XIX las mujeres europeas
participaron activamente en las luchas obreras, por el reconocimiento de
sus derechos como trabajadoras y por la mejora de las condiciones de
vida de los sectores más pobres y al igual que en Estados Unidos, se
unieron a las luchas contra la esclavitud.
Con la Primera Guerra
Mundial (1914 1918), cambió la condición de la mujer en varios países
europeos y en Estados Unidos, pues se hizo necesaria su vinculación a
las actividades de la industria y el comercio, mientras los hombres iban
a la guerra; esto se reflejó en un mayor acceso de la mujer a las
actividades económicas, educativas y culturales.
En
Colombia el proceso de Industrialización y de urbanización que se
inició en el siglo XX, produjo la conformación del llamado proletariado o
sector social de los trabajadores obreros de fábricas, conformado
también por un alto porcentaje de mujeres. Esta clase obrera colombiana
estuvo influenciada por las ideas socialistas que por entonces tuvieron
gran acogida en amplios sectores de Europa. En este contexto se creó el
Partido Obrero en 1916 y tres años más tarde el Partido Socialista, cuya
fuerza principal fueron los trabajadores.
Una
mujer destacada en las luchas de los trabajadores fue María Cano, quien
había recibido una educación excepcional en importantes colegios
laicos, lo que le permitió incursionar en el periodismo y en la poesía.
Desde muy joven María Cano, empezó a relacionarse con obreros y
artesanos a través de obras de caridad, con las cuales desarrolló una
gran sensibilidad social y política. En la década de 1920 María Cano
ganó mucha importancia como líder y dirigente de los obreros del
naciente Partido Socialista Revolucionario PSR, y realizó giras por todo
el país, en las que denunció las injusticias provenientes de la
desigualdad social y alentó la organización de los obreros; razón por la
cual fue en carcelada varias veces.
Posterior
a esta década, la influencia de María Cano se manifestó en la creación
de escuelas normales; y de nuevas oportunidades educativas para la
mujer. Su masivo desempeño en la labor docente, produjo la aparición de
un movimiento intelectual y de publicaciones que abogó por los derechos
de la mujer y criticó las prácticas discriminatorias de que eran objeto.
Las maestras fueron el núcleo de los primeros grupos
feministas que articularon un juicio a la sociedad y protestaron contra
la desigual condición jurídica y educativa de la mujer y su limitado
poder político y económico. Las organizaciones feministas que surgieron
por aquel entonces en el país, buscaron eco en el campo internacional
para lograr reformas legales a favor de ellas.
María
Rojas Tejada, defendió el derecho de la mujer a tener mayor acceso a la
educación y la cultura, aspiración que manifestó públicamente en una
conferencia acerca del feminismo en 1927, en la que alabó las luchas de
las mujeres inglesas por el derecho al voto y planteó la urgente
necesidad de elevar la calidad de la educación femenina.
La
antioqueña Sofía Ospina de Navarro anunció en sus escritos de 1926 la
llegada del feminismo como algo oportuno; sin embargo, criticó las
tendencias socialistas y la mayor instrucción para la mujer.
Las manifestaciones literarias
A
comienzos del siglo XX, irrumpieron en nuestro país, las nuevas
concepciones e ideologías latentes en el panorama internacional, que
impulsaron la aparición de movimientos culturales femeninos, interesados
en mostrar a la mujer desde sus sueños, sus deseos, sus afectos y su
singularidad como tal, A través de la poesía varias mujeres colombianas
expresaron su pensamiento al respecto.
La colombiana Soledad Acosta de Samper, fue autora de 17 novelas,
monografías
y de numerosos artículos de prensa y de revistas. En sus escritos
afirma la capacidad intelectual de las mujeres y plantea que lo justo
sería permitirles capacitarse y escoger su destino, ya fuera como
madres, en el arte o en la ciencia. Un aparte del libro de La mujer en
la sociedad moderna permite apreciar algunas de las ideas de esta
destacada escritora: "Ejemplos de mujeres que han vivido para el trabajo
propio, que no han pensado que la única misión de la mujer es la de
mujer casada, y han logrado por vías honradas prescindir de la necesidad
absoluta del matrimonio, idea errónea y perniciosa que es el fondo de
la educación al estilo antiguo. ¡Cuántas mujeres desdichadas no hemos
visto, so lamente porque han creído indispensable casarse a todo trance
para conseguir un protector que ha si do su tormento y su perdición".
La conquista de los primeros derechos
En
la década de 1930, los gobiernos liberales expidieron leyes que
reconocieron el derecho a la huelga, al salario mínimo, a la seguridad e
higiene para los empleados y reglamenta ron la jornada laboral. En
cuanto a los derechos de la mujer, la Ley
28 de 1932 modificó la potestad marital, consagrando la libre
administración y disposición de los bienes de cada cónyuge, pero la
mujer continuaba bajo el dominio del hombre como persona. Sólo hasta
1974, el decreto 2820 concedió libertad a la mujer respecto al hombre y
estableció la igualdad jurídica de los sexos. De otra parte, el decreto
1874 de 1932, estableció las condiciones igualitarias para la educación
secundaria de mujeres y hombres y el decreto 227 de 1933 permitió el
acceso de las mujeres a la universidad.
En 1944 surgieron varias formas de organización y expresión de las mujeres, como: la Unión Femenina de Colombia, la Alianza Femenina
y Agitación Femenina, que trabajaron unidas con el objetivo de
conseguir derechos políticos para la mujer, pero no lograron el derecho
al sufragio.
En
esta época, a nivel internacional, se discutió el tema de los derechos
políticos de la mujer. En 1945 en México, y como consecuencia de la Conferencia Interamericana
sobre los problemas de guerra y paz, Colombia suscribió la resolución
que recomendaba abolir de las legislaciones las discriminaciones
sexuales existentes. Así mismo en este año, se expidió la Carta de los Derechos Humanos de Naciones Unidas, donde se declaró la igualdad de derechos de hombres y mujeres.
En 1948 la XI Conferencia Internacional Americana de la OEA, reunida en Bogotá, aprobó las "Convenciones sobre los derechos políticos y algunos civiles de la mujer".
Finalmente,
bajo el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla. tres mil mujeres, lideradas
por Esmeralda Arboleda. Magdalena Feti de Holguín e Isabel Lleras de
Ospina, entregaron un memorial para defender los convenios
internacionales suscritos por Colombia y que no habían sido convertidos
en norma legal. Esta y otras reclamaciones elevadas al gobierno,
llevaron a lograr el derecho al voto en 1954.
La protección de los Derechos Humanos de las mujeres
Los
Derechos Humanos de las mujeres requieren de organismos que los
promocionen y defiendan y de leyes, acuerdos y normas, a través de los
cuales se hagan cumplir.
mbre, de niño o de niña, es el resultado de un
proceso social e histórico y no solamente biológico o natural. Este
ámbito muestra cómo las mujeres en Colombia han contribuido para
transformar el concepto de mujer y de sociedad forjando nuevas
relaciones y vivencias. El movimiento social de las mujeres
En
Latinoamérica los esfuerzos de las mujeres por alcanzar una condición
social digna en el contexto de las sociedades patriarcales, empezaron en
el siglo XIX. Los primeros movimientos feministas que persiguieron tal
fin, aparecieron en México, Chile, Brasil y Perú. En el siglo XX
surgieron otras organizaciones femeninas, que se extendieron también por
Argentina y Colombia, con el propósito de alcanzar el derecho al voto,
al divorcio y la legalización del aborto.
El período de 1960 a 1990
En Colombia, el movimiento social de las mujeres entre 1960 y 1990, se vio favorecido por aspectos como:
Las
dinámicas de modernización que impactaron la cultura y la vida
cotidiana y transformaron los roles asignados a los hombres y las
mujeres.
La masificación de la educación y el mayor acceso de las mujeres a la primaria, el bachillerato y la universidad.
El uso masivo de medios de comunicación que han transformado la mentalidad y las prácticas culturales.
El desplazamiento de la familia, la escuela, la Iglesia
y la comunidad como únicas fuentes de producción de cultura, por los
medios masivos de comunicación, los artistas, la industria editorial, la
industria cinematográfica, entre otros, los cuales crean y difunden
nuevas visiones de mundo.
La
influencia de los movimientos sociales y políticos a nivel nacional e
internacional, en la toma de conciencia por parte de la sociedad, y de
las mujeres en particular, como sujetos de derecho.
Los
estudios de género, donde la mujer es un sujeto de investigación para
las ciencias sociales. Para 1960 el escenario social de la mujer cambió
en diversos aspectos; por ejemplo, en el orden legal, la mujer ganó la
posibilidad de ser propietaria; en la educación adquirió la posibilidad
de ir a la universidad; en lo político, ganó el derecho al voto y en el
espacio laboral, las mujeres ocuparon mayor número de empleos, con lo
que contribuyó al aumento del ingreso familiar.
Para
la segunda mitad del siglo XX, las mujeres habían traspasado los
límites que se le habían impuesto, por lo que pese a sus logros,
debieron afrontar el rechazo social, por expresar una idea propia o
tomar una decisión, pues estas manifestaciones de autonomía generaban
dudas sobre su feminidad y sobre su integridad como esposas y madres, al
tiempo que se ponía en duda sus capacidades intelectuales.
Los acontecimientos mundiales de la década de 1960, como la Revolución Cubana; la guerra de Estados Unidos contra Vietnam; el movimiento de Mayo del 68 en Francia; la Revolución Cultural
China, pusieron en evidencia, una transformación ideológica que reclamó
la existencia de un mundo más amable e igualitario. Y mientras en
Estados Unidos, Francia, e Inglaterra se consolidaron varios movimientos
feministas, en Colombia en consonancia con este ambiente, varias
mujeres conformaron grupos de estudio y de trabajo solidario, alrededor
de causas sociales dirigidas a lograr el bienestar de las mujeres, de
las comunidades campesinas e indígenas, de grupos infantiles, de la
población obrera, y en general, de los sectores sociales marginados.
Entre
los años 1970 y 1980 surgieron varios movimientos feministas de mujeres
campesinas, universitarias, obreras, que reflexionaron acerca de nuevos
retos a conquistar, en el campo de la sexualidad, la salud, la familia,
la relación de pareja, la militancia política, el poder y el desarrollo
del país. Mientras que en los años 1990 se debatieron temas como la
identidad y la autoestima, la calidad de vida, la democracia, los
Derechos Humanos, la paz y el desplazamiento forzado.
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